Los biólogos llaman endemismos a aquellas especies que tienen una distribución muy concreta, como el Lince ibérico o la iguana de las islas galápagos. Lógicamente, el mayor problema que tienen estas especies es que están en continuo peligro de extinción. Sólo viven en un sitio y si desaparecen de ahí, desaparecen del todo.
En los Estados Unidos, en el famoso Valle de la Muerte hay un pequeño pozo de aguas termales en los que habita un demasiado endémico, casi único, el Cyprinodon diabolis. Resulta que la llamada Poza del Diablo es el único sitio en el que vive. Y en el último recuento oficial que se hizo, ¡tan sólo quedaban 35!
Como podréis imaginar hay un programa de cría en cautividad para que no se extinga. Y de este esfuerzo para conservar a un animal demasiado endémico os traigo aquí una curiosa fotografía. En ella que podemos apreciar que los biólogos usan ovillos de lana de colores para mantener tan valiosos huevos.