El interés de los biólogos por los insectos pequeños radica, aunque no siempre, en aprender sobre la miniaturización de los animales. Es interesante saber lo pequeñas que pueden ser las partes que componen a los animales.
Como cabría esperar, el insecto más pequeño que se conoce es un parásito de 0,139 milímetros, Dicopomorpha eschmepterigis. Pero claro, al vivir de su hospedador puede prescindir de algún órgano que otro. Así que lo interesante es encontrar al más pequeño de los insectos de vida libre.
Eugene Hall describió en 1999 una serie de nuevas especies de insectos y quedó patente que Scydosella musawasensis iba a ser el más pequeño de los insectos de vida libre. Pero hasta que en febrero de 2015 Alexey Polilov no recogiera en el Parque Natural Chicaque (Colombia) 85 ejemplares de esta especie de escarabajos no hubo la suficiente cantidad de ejemplares bien conservados que pudieran medirse con exactitud.
En el trabajo que Polilov publicó en la revista ZooKeys da unas dimensiones medias de 99 por 338 µm. Vamos, que el ejemplar de insecto de vida libre más pequeño medido hasta la fecha es de 0,098 mm de ancho por 0,325 mm de largo.
Aunque la foto es grande, el escarabajo es realmente minúsculo.