Una historia con aguijón – Dave Goulson

El biólogo inglés Dave Goulson nos transmite en este libro su pasión por la naturaleza en general y por los abejorros en particular. Siguiendo la tradición literaria de Gerald Durrel, nos intenta nos intenta reflejar su vida desde su infancia a la vez que nos explica cómo ha ido aprendiendo todo lo que sabe de ellos.

abejorro
Una historia con aguijón – Dave Goulson (18,05 € en Amazon; 19,00 € en Todos tus libros).

Sin embargo, no es lo mismo criarse en Corfú que en Shropshire por lo que su vida no es tan interesante. Eso sí, sus aventuras e investigaciones en la naturaleza nos enseñan un montón de curiosidades sobre la vida y los ecosistemas de los abejorros. Conocimientos que no tienen una utilidad clara en nuestra vida cotidiana pero, como él mismo dice, «tal vez si aprendemos a salvar a una abeja hoy, podamos salvar el mundo mañana».

Me esperaba un libro que tratara de convencerme de la importancia de conservar los ecosistemas en los que viven los abejorros junto con otros cientos de animales y plantas. Pero en realidad es un libro sobre cómo se llevan a cabo investigaciones científicas sobre un grupo de insectos con una clara e importante función en los ecosistemas: los abejorros.

Encontramos información sobre dónde viven, qué comen y cómo organizan sus nidos. Además, hay muchos más datos sobre su fisiología, y he aprendido que incluso en los invernaderos los necesitan para que podamos tener tomates en los supermercados. ¡Nunca habría imaginado que existieran empresas que crían abejorros para vendérselos a los agricultores!

No es de extrañar que Goulson, de quien no había oído hablar hasta que vi su libro en la biblioteca de Colmenar Viejo, sea uno de los conservacionistas más respetados del Reino Unido. No solo se ha comprado una parcela en Francia para proteger un ecosistema que beneficie a los abejorros, sino que ha fundado el Bumblebee Conservation Trust para reducir en lo posible los perjuicios que la agricultura intensiva causa a las poblaciones de estos insectos.

Un grupo de flores espera en la dehesa ibérica la llegada de los abejorros (Foto: Alfonso M. Corral).

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